TERAPIA DE FAMIIA

La familia, entendida como núcleo de desarrollo del ser humano, cobra especial relevancia en el tratamiento de los trastornos psicológicos.

Así, en muchas ocasiones, es recomendable abordar la intervención atendiendo a las relaciones que se establecen entre los miembros de la familia. Aspectos tales como los estilos educativos, el clima de comunicación familiar y las pautas y normas de convivencia se convierten en objeto de valoración e intervención.

Antes de iniciar un tratamiento familiar es importante tomar en cuenta dos factores:

Realizar una evaluación minuciosa del sistema familiar y de la problemática presentada. No se deben pensar en recomendar una terapia familiar sin haber realizado previamente una evaluación familiar.
Aplicar criterios de selección para determinar cual es el tipo de terapia que se necesita para cada caso.

La evaluación familiar

La Evaluación Familiar se define como una o más entrevistas familiares para establecer la estructura y proceso de la interacción familiar para determinar como la familia influencia y es influenciada por la conducta y síntomas de sus miembros y para reunir los datos necesarios para decidir si el tratamiento de familia es posible e indicado.

Objetivos

Los objetivos específicos van a estar en relación directa con los problemas identificados tanto por la familia como por el terapeuta. Este último deberá poner especial cuidado en ir corroborando o chequeando cuales son los objetivos y expectativas de la familia pues, en caso de no hacerlo, la familia puede abandonar el tratamiento al no ver atendida su necesidad o demanda.

En términos generales podríamos decir que la terapia familiar posee los siguentes objetivos generales:

  • Facilitar la capacidad de comunicación de pensamientos y sentimientos. Este punto incluye:
    • Aumentar la capacidad de comunicación verbal y no verbal.
    • Aumentar la capacidad de meta comunicarse o sea de comentar las incongruencias, aclarar las dudas acerca del significado verificando si los otros lo recibieron en forma correcta para disminuir las distorsiones en la percepción.
    • Hacer explícitas las reglas implícitas.
    • Promover la expresión de efectos tanto de bienestar (ternura y cariño) como de emergencia (coraje, tristeza, enojo, etc.)
  • Desplazar o movilizar roles y coaliciones perturbadas e inflexibles con el fin de promover que haya flexibilidad en el desempeño de roles familiares y que los miembros puedan substituirse entre sí en momentos determinados o en situaciones de crisis.
  • Definir cuales son los patrones de interacción y las alianzas intrafamiliares más funcionales para cada familia en cada etapa del desarrollo evitando que los miembros se aferren a pautas de las cuales, ante una crisis, se vuelven obsoletas produciendo disfuncionalidad y sintomatología familiar.
  • Lograr que las funciones básicas de la familia se lleven a cabo mediante la organización de los recursos del propio sistema familiar tanto desde el punto de vista instrumental (necesidades físicas) como expresivo (necesidades emocionales básicas).