¿Qué son los pensamientos negativos? Son los que nos quitan la energía y arrebatan
toda nuestra fuerza y vitalidad. Cuando más nos creemos esos pensamientos, se vuelven
más fuertes y es más difícil evitarlos. Algunas veces esos pensamientos pueden doler
tanto que pueden condicionar nuestra vida y carácter.
Tipos de pensamientos negativos
➡️La idea de creer que sabes lo que piensan los demás: En ocasiones nos
preocupamos excesivamente por lo que piensen los demás de nosotros, y en realidad es
imposible saber que piensan los demás sobre ti, solo que tú mismo te crees que sabes lo
que tienen en la cabeza. Esto sería una distorsión cognitiva, concretamente se denomina
lectura de pensamiento.
➡️Generalizar situaciones: El caer en la generalización de los acontecimientos es uno
de los errores más frecuentes que podemos tener. Hay que ser más optimista con la vida,
y si hoy te sucede algo malo, mañana será otro día, pero no te va a pasar todos los días
lo mismo.
➡️Dramatizar o hacerse la víctima: El hacernos la víctima frente a determinadas
situaciones es un desencadenante de los pensamientos negativos, por lo que debemos
intentar evitarlo para que estos no afloren.
➡️Insultarnos a nosotros mismo y a los de alrededor: Esta situaciones la vivimos día
sí y día también, de tal forma que nos culpamos por las cosas que nos suceden y nos
menospreciamos a nosotros mismos y a su vez hacemos que las personas que están a
nuestro lado también se acaben sintiendo mal.
➡️Catastrófizar o exagerar excesivamente los eventos o síntomas cotidianos: Ante
eventos ó síntomas cotidianos que en realidad son inocuos nos trasladamos
consecuencias terribles generándonos grandes miedos que si no son tratados
adecuadamente condicionaran nuestra vida.
➡️Crearnos unas expectativas  inalcanzables: Esta muy bien pensar que podemos
hacerlo todo y que somos capaces de llegar al fin del mundo, pero una cosa hay que
tener claro, y es que muchas veces esto puede llegar a ser un problema para nosotros
mismos, porque al no lograr cumplir estas expectativas podemos generar grandes dosis
de tristeza o ansiedad.
➡️Quitarle valor a las cosas positivas: Este es otro de los pensamientos negativos que
más daño nos pueden hacer, ya que si nos sucede algo bueno no lo valoramos y
seguimos centrados en las cosas malas y oscuras que nos rodean.
➡️Pensar que las cosas o son blancas o son negras: Muchas veces no nos paramos a
pensar que las cosas que nos suceden o nos afectan no siempre son blancas o negras,
sino que hay grises. Esto genera un estilo perfeccionista que nos puede afectar mucho
en el mundo laborar o en nuestro día a día. El ver la vida desde los extremos no nos va a
traer nada bueno.

Técnicas para controlar los pensamientos negativos
-Atención plena: Consiste en centrar nuestra atención en el momento presente
relacionado a nuestras actividades cotidianas, como comer, pasear o incluso hacer las
tareas domesticas o las sensaciones físicas, los sonidos y las experiencias inmediatas y
aceptar los pensamientos y sentimientos sin juzgarlos para reducir la tendencia en
perdernos en pensamientos no productivos.
-La TCC (Terapia cognitivo-conductual): Enseña al paciente a identificar los
pensamientos irracionales y a sustituirlos por otros más realistas y positivos.
-La ACT (Terapia de aceptación y compromiso): Se centra en aceptar los pensamientos
y sentimientos incómodo, en lugar de intentar cambiarlos, y emprender acciones
acordes con los valores personales.
– Establecer límites de tiempo para la reflexión: Dedicar 15 o 30 minutos por la tarde
para escribir y reflexionar sobre nuestras preocupaciones o pensamientos.
-Ejercicio regular: La actividad física no sólo mejora la salud física, sino que también
tiene beneficios psicológicos, ya que, al hacer ejercicio liberamos endorfinas y
neurotransmisores que favorecen la sensación de bienestar, reduciendo el estrés y la
rumiación.
-La gestión adecuada del tiempo: Planificar y organizar las actividades diarias, como
listas de tareas pendientes, calendarios y aplicaciones de gestión del tiempo puede
ayudar a mantener la concentración en tareas específicas y evitar el exceso de
pensamientos.
-Buscar apoyo social o mantener relaciones sanas: Hablar con amigos o familiares
sobre las preocupaciones o participar en actividades de grupo o comunitarias puede
ofrecer nuevas perspectivas, aliviar la carga mental y reducir el tiempo dedicado a los
pensamientos negativos.
-Lectura y formación sobre temas de interés personal: Adquirir nuevos
conocimientos y habilidades no sólo enriquece la vida, sino que también ocupa la mente
de forma constructiva, alejándola de patrones de pensamientos no deseados.
– Técnicas de respiración profunda, meditación o relajación muscular progresiva.