DISFUNCIÓN ERÉCTIL

La Disfunción Eréctil es la segunda causa más importante de problemas sexuales en nuestro centro. Se trata de la imposibilidad de alcanzar o mantener la erección a lo largo de la relación sexual, impidiendo las relaciones sexuales con penetración. La persona que sufre Disfunción Eréctil no consigue disfrutar de sus relaciones sexuales, se siente culpable por las dificultades sexuales con su pareja y suele evitar el contacto sexual. Después de mucho tiempo conviviendo con ello, es normal que las personas acudan a nuestra consulta con bajo estado anímico.

Las causas que provocan esta disfunción son muy diversas aunque en un 85% de los casos tienen un origen psicológico. Si en ocasiones presenta alguna erección (erecciones espontáneas, erecciones matutinas o durante la masturbación en solitario) podemos afirmar que su mecanismo orgánico para la erección está intacto y su problema es de origen psicológico. Sin embargo, si no presenta erección nunca, no podemos descartar que su falta de erección sea orgánica. Deberá hablar con su terapeuta para que haga un diagnóstico correcto.

Piense que actualmente tenemos soluciones muy efectivas para todos los tipos de Disfunción Eréctil.

¿Cómo la podemos identificar?

Tendremos en cuenta los siguientes aspectos

  • Nunca ha experimentado una erección o la ha tenido en determinadas situaciones y con posterioridad empieza a perder la capacidad eréctil.
  • Verificar la respuesta eréctil ante la autoestimulación.
  • Perdida de la erección ante la autoobservación.
  • Inicio de la relación sexual con erección adecuada y posteriormente la pierde o la pierde durante el coito.
  • No consigue disfrutar de sus relaciones sexuales debido a las dificultades de erección.
  • Falta de motivación para iniciar un contacto sexual.
  • Sentimientos de culpa por las dificultades sexuales con la pareja y evitación del contacto sexual.
¿Qué pretendemos con el tratamiento?

Los objetivos del tratamiento van destinados a tratar las causas psicológicas de la disfunción eréctil, facilitar la colaboración de la pareja, trabajar la interrelación y el manejo del erotismo. La intervención también va dirigida a optimizar el tratamiento farmacológico de la disfunción eréctil orgánica y a adaptar la relación sexual a la imposibilidad de erección en caso de enfermedades crónicas.