Navidad y los Reyes Magos: “La regla de los cuatro regalos”.
En los últimos tiempos se ha apreciado que en la época navideña sobretodo el día de reyes los padres tienden a tener un comportamiento consumista que parece no ser beneficioso para los niños ya que hacerles demasiados regalos a los pequeños puede llegar a ser contraproducente para el desarrollo emocional de nuestros hijos, tendencia bautizada como “Síndrome del Niño Hiperregalado”, teniendo como resultado una especie de “anestesia emocional”. De hecho los padres tienden a enfocarse en la cantidad de juguetes, más que en su calidad, reflejando en muchos casos un desconocimiento de las necesidades de sus hijos, de aquellos juguetes y regalos que verdaderamente son importantes en la vida del niño y tienen una función precisa, teniendo en cuenta que nunca pueden ser un sustituto de la atención y el cariño que deben propiciar los padres. Los regalos deben de tener un significado y se debe evitar “el regalar por regalar”.
Por ello, debemos tener en cuenta que un exceso de juguetes puede provocar en los niños: Sobreestimulación, pérdida de la ilusión, bajo nivel de tolerancia a la frustración, fantasía limitada, desarrollo de antivalores, es decir, el exceso estímulos y regalos les sobrepasa, pudiendo desarrollar una apatía total en el niño acostumbrado a recibir muchos regalos puede incluso considerar que es una obligación de los padres, desarrollando una actitud cada vez más egocéntrica y perdiendo la ilusión que normalmente implica recibir un regalo y descubrir su contenido, por tanto, de cierta forma, en vez de embellecer su infancia, le estamos robando una de las emociones más bonita así como la capacidad de lidiar con los reveses y la frustración, capacidad esencial para la vida. Por eso es muy importante que los padres que le dan a sus hijos todo lo que desean, al menos les expliquen el sacrificio que se esconde detrás de cada regalo, teniendo en cuenta que aunque los niños necesiten juguetes para desarrollar sus habilidades motoras y cognitivas, no podemos olvidar que también se puede jugar sin juguetes, y es precisamente en esos momentos, cuando no hay un guión preestablecido, cuando más se desarrolla la creatividad.
Con todo esto no queremos decir que los niños prescindan de los regalos, sino obsequiarles menos para que puedan disfrutar durante el mayor tiempo posible de los presentes. Para ello y a modo de resumen, desde el centro psicológico interdisciplinar Háblame orientamos a los padres a que sigan “la regla de los 4 regalos”, ya que la Navidad es una época ideal para enseñarles a los niños a valorar otras cosas más allá de los regalos:
- Un regalo que pueda usar (ropa, zapatos o accesorios similares).
- Un regalo relacionado con la lectura, (libro en papel o un e-reader)
- Un regalo que deseen mucho y le dé una enorme ilusión.
- Un regalo de cualquier índole que realmente necesite.
Aprovecha además estas fechas para pasar tiempo juntos. En vez de comprar tantos regalos, planifica actividades de ocio en familia, como ir al cine, al zoo, campo, montaña, o dar un paseo por la playa, etc. También podemos hablarles de otros niños que no tienen tanto como ellos y animarle a donar algunos de los juguetes que ya no usa y que estén en buen estado para otros niños
“Tu tiempo, es el mejor regalo que le puedes hacer”.
Trinidad Díaz García
Psicóloga
Experta en Infancia y Adolescencia
Nº Col. AO-06849
BIBLIOGRAFIA RELACIONADA:
Estudio realizado por la consultora TNS para eBay sobre las tendencias de consumo en Navidad
https://culturainquieta.com