Trastorno Específico del Lenguaje, un gran desconocido
El Trastorno Específico del Lenguaje o TEL es un trastorno, a día de hoy, desconocido para muchos padres y profesionales de la educación y la salud. Por lo que es de vital importancia concienciar a la población para conseguir una detección, diagnóstico y terapia temprana.
Se trata de una dificultad que sufren en torno al 3 y 7% de los niños, de los cuales 3 de cada 4 son varones. Afecta al desarrollo del lenguaje expresivo, comprensivo y/o social en sus diferentes componentes (fonología, gramática, semántica y pragmática), sin que haya ningún otro problema a nivel motor, sensorial, cognitivo o externo.
El diagnóstico es complejo a edades tempranas, aunque la detección del problema debe darse en torno a los dos años cuando el niño no ha comenzado aún a hablar. En ocasiones, puede confundirse con el Trastorno del Espectro Autista ya que comparten signos como las rabietas, las estereotipias, la inflexibilidad al cambio o el aislamiento. Esto se debe a la falta de comprensión. El sentimiento de estos niños es similar a llegar a un país extranjero del que no comprendes el idioma.
El pronóstico depende del tipo y el grado en el que se manifieste el TEL y de la terapia recibida. A pesar de ello, las dificultades de lenguaje se mantendrán a lo largo de la vida en mayor o menor medida. Por ello es muy importante evitar el “ya hablará” y derivar a especialistas (logopedas y neurólogos) para recibir una estimulación temprana que mejore su capacidad de comunicación, su aprendizaje y su calidad de vida.