AFECCIÓN DE LAS EMOCIONES EN EL ESTADIO LEVE DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Aparte de las deficiencias neuropsicológicas, las personas afectadas con la Enfermedad de Alzheimer (EA) tienen dificultad para interactuar con su entorno y pierden la autonomía para sus actividades. El padecer la EA puede afectar las emociones de una persona, causando cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, llegando en algunos casos a la ansiedad y/o depresión. Dichos cambios pueden variar en intensidad y en ciertos casos pueden ser difíciles de manejar para los pacientes y sus cuidadores.
Si nos situamos en las etapas iniciales o leves del Alzheimer, es común que las personas experimenten cambios sutiles en las emociones y el estado de ánimo. En estos casos, pueden sentirse confundidas, ansiosas o irritables debido a la dificultad para recordar información o realizar tareas cotidianas. También pueden tener dificultades para expresar sus emociones o para comprender las emociones de los demás. Todo esto se verá influenciado a su vez, por la conciencia que presente el paciente con respecto a su enfermedad y lo que le ocurre.
Los procesos cognitivos y emocionales mantienen una estrecha relación con la salud. De modo que, en el curso de la enfermedad, el déficit cognitivo va a ir acompañado de un deterioro del control emocional, del comportamiento y/o de la motivación.
En función de esto, es importante brindar apoyo emocional y comprensión, mantener una rutina estable y fomentar actividades que estimulen la mente y el bienestar emocional. Si estás cuidando a alguien en esta etapa, la paciencia y la comprensión son fundamentales. Además, siempre será recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener orientación específica sobre cómo manejar las emociones en el estadio leve del Alzheimer.
Por tanto, para trabajar con esta tipología de pacientes con EA, en Háblame empleamos un plan de intervención basado tanto en la estimulación cognitiva como en la regulación emocional o en el estado afectivo.
Desde casa optar por un clima de tranquilidad, libre de estrés y permitiendo tiempos de actuación largos será siempre la mejor opción. Otra acción importante sería acompañarlos en el trabajo con actividades cognitivas como pueden ser pasatiempos o pequeñas lecturas y en la realización de actividades diarias, de manera que puedan sentirse útiles.
Máster en Estudios avanzados en Cerebro y Conducta, con especialidad en neuropsicología clínica.
Máster en Psicología Sanitaria
Terapia Infanto-Juvenil