ESTRÉS Y ANSIEDAD
La palabra ansiedad se utiliza para describir la respuesta mental y física que se produce ante situaciones de peligro. Se trata de una reacción normal que experimenta todo el mundo a veces (por ejemplo, antes de una prueba médica, al hablar en público, antes de una cita importante, etc…). Entendida como tal es un mecanismo de defensa del organismo y por tanto no necesariamente negativa. Por eso, el objetivo no es suprimirla, sino aprender a controlarla. Se trata de vivir con menos ansiedad y no de vivir sin ansiedad. Sin embargo la ansiedad se convierte en un problema cuando los síntomas son:
- Graves y desagradables
- Duran mucho tiempo
- Ocurren con demasiada frecuencia
- Si aparecen ante situaciones que realmente no deberían ser estresantes
- Si nos impiden hacer lo que realmente queremos hacer
Hay muchos posibles factores desencadenantes de la ansiedad. A menudo se inicia durante los periodos de estrés psíquico (romper una relación, discusiones graves, presión en el trabajo, problemas económicos, pérdida de alguien cercano, etc..) o estrés físico (falta de sueño, enfermedad física, abuso de alcohol o drogas, accidentes de tráfico, etc..) La ansiedad nos afecta en cómo pensamos, lo que hacemos y cómo reacciona nuestro cuerpo. Hay diferentes tipos de ansiedad “enfermiza o patológica”:
- Trastorno de ansiedad generalizada
- Trastorno de pánico
- Agorafobia
- Trastorno por estrés post traumático
- Fobia social
- Fobias específicas
- Trastorno obsesivo-compulsivo
Mediante el tratamiento psicoterapéutico (y en ocasiones combinando inicialmente con apoyo psicofarmacológico) trabajamos para ayudar al paciente en cuatro áreas:
- Entender mejor la ansiedad y abordar sus causas.
- Reducir los síntomas físicos.
- Modificar los pensamientos relacionados con la ansiedad.
- Cambiar los comportamientos relacionados con la ansiedad.
- Discapacidad Intelectual
- Trastornos de Comunicación
- Trastornos Motores
- Trastornos del Especto del Autismo
- Síndrome de Asperger
- Déficit de Atención e Hiperactividad
- Dificultades de Aprendizaje
- Fracaso Escolar
- Problemas de Conducta
- Miedos
- Baja Autoestima
- Trastornos de Alimentación
- Deficit en el Control de Esfínteres