TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

La personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad, mostrando una tendencia de ese comportamiento a través del tiempo, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos el modo en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Los rasgos son características de la personalidad y comportamientos consistentes que se manifiestan en diferentes situaciones y que nos definen y distinguen de los demás. La herencia influye genéticamente en la adquisición de una personalidad determinada, aunque el ambiente a lo largo de la vida va moldeando las diferentes características según las diferentes experiencias que vamos viviendo.

¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD?

Son aquellas perturbaciones o vivencias personales anómalas de la personalidad que se experimentan tanto a nivel emocional como social. Son trastornos que se manifiestan de forma inflexible ya que la persona considera que su comportamiento (conducta, pensamientos, actitudes, percepciones, etc…) coincide con lo que sobre sí mismo uno quiere, generando numerosos conflictos tanto en las áreas personales como sociales. Sin embargo este comportamiento supone generalmente estilos de afrontamiento desadaptativos, que pueden conducir a problemas personales y otros trastornos comórbidos.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES TRASTORNOS DE PERSONALIDAD?

Podemos clasificarlos en:

  • Personas que suelen ser calificadas de extrañas o excéntricas:
    1. Trastorno Paranoide
    2. Trastorno Esquizoide
  • Personas que parecen teatrales, emotivas y volubles:
    1. Trastorno Antisocial
    2. Trastorno Límite
    3. Trastorno Histriónico
    4. Trastorno Narcisista
  • Personas que parecen ansiosas o temerosas:
    1. Trastorno de la personalidad por evitación
    2. Trastorno de la personalidad por dependencia
    3. Trastorno Obsesivo-compulsivo
    4. Trastorno Pasivo-agresivo
¿CÓMO TRATAMOS LOS PROBLEMAS DE PERSONALIDAD?

El objetivo principal del tratamiento del trastorno de personalidad es que persona conozca sus rasgos, los acepte y aprenda a manejarlos de forma adaptativa. No hay personalidades mejores que otras pero sí podemos conseguir mejorar aspectos de cada una que ayude a convivir mejor. Para ello utilizamos técnicas y métodos encaminados a tomar conciencia de los mecanismos o comportamientos disfuncionales de nuestra personalidad valorando las diferentes opciones de cambio que están a nuestro alcance para de esta manera poder disminuir los problemas o desajustes tanto personales como sociales, mejorando nuestra vida cotidiana.