AUTOESTIMA

La autoestima es la capacidad que tenemos las personas de valorarnos. Esta capacidad tiene mucho que ver con la autoconfianza y el autoconcepto (forma que tenemos de percibirnos y definirnos). Tiene un componente afectivo ya que nuestros pensamientos afectan a la manera en la que nos sentimos y nos comportamos. La autoestima implica:

  • Conocernos a nosotros mismos con muestras limitaciones y errores, cualidades y aspectos negativos.
  • Auto-aceptarnos incondicionalmente, independientemente de nuestras limitaciones o logros, fracasos o rechazos.
  • Considerarnos de forma positiva, manteniendo una actitud de aceptación y respeto hacia nosotros mismos.
  • Visión de nosotros como potencialidad, es decir, no somos nunca algo terminado, por lo que podemos siempre aprender y mejorar.
  • Atender y cuidar nuestras necesidades psicológicas y físicas.
¿CÓMO SE ADQUIERE UNA BAJA AUTOESTIMA?

Se adquiere mediante los siguientes procesos personales:

  • Experiencias de numerosos fracasos y dificultades sin resolver.
  • Recibiendo críticas continuamente, sintiendo castigos y amenazas y sin apoyo.
  • Exagerando lo negativo.
  • Generalización (a partir de un hecho hacemos una regla universal).
  • Pensamientos dicotómicos (todo o nada).
  • Excesiva autocrítica.
  • Personalización y culpabilización.
  • Exigencias y expectativas poco realistas.
  • Experiencias tempranas negativas.
¿CÓMO LA TRATAMOS?

Mediante la terapia cognitiva-conductual ayudamos a tratar las “distorsiones cognitivas” que la persona realiza y que condicionan la baja autoestima, con el fin de poder ser capaz de cambiar y experimentar las situaciones de forma diferente y más satisfactoria, en distintas áreas de su vida (personal, trabajo, familia, economía, salud, etc..)